Son órtesis que se colocan dentro del calzado por debajo de la planta del pie y encima de la suela interna del zapato. Su misión es compensar o corregir una alteración biomecánica del pie y descargar zonas de hiperpresión.
TIPOS DE PLANTILLAS
1.
Según su objetivo
1. Órtesis preventivas
Son útiles ante la presencia de riesgos potenciales, como pies neuropáticos (diabetes), reumatismos, inflamatorios y prácticas deportivas como indicaciones más frecuentes. Evita zonas de sobrecargas y realizan un reparto más armonioso de las presiones.
1. Órtesis correctoras
Están indicadas
para las deformidades reductibles del pie. Es probablemente la indicación más
frecuente de las plantillas ortopédicas como: pie plano, cavo infantil,
reumatismos inflamatorios.
1. Órtesis de compensación o inmovilización
Están indicadas
en las deformidades irreductibles. Tienen como objetivo aliviar el dolor y
descargar puntos de presión y zonas ulceradas. Se indican en pies muy
deformados por artritis reumatoide, diabetes.
Según su material
1. Blandas
Los materiales
más utilizados son: el poliuretano y el látex.
Función
1. Se utilizan habitualmente para redistribuir las presiones plantares. Disminuyen los puntos de sobrecarga y las fuerzas de cizallamiento. Amortiguando la fuerza de reacción del suelo durante el apoyo del pie.
1. Rígidas
Los materiales más
utilizados son: polipropileno, la fibra de carbono, las resinas rígidas y el
duraluminio.
Función
Tienen una
función correctora en las deformidades reductibles del pie y de inmovilización
cuando son deformidades establecidas.
1. Semirrígidas
Materiales de fabricación
son: no blando y no rígido, polímero termoplástico tipo EVA (etileno vinil
acetato), conglomerado de corcho y látex.
Función
Es una solución
para tratar patologías en las que necesitamos un material que presente un poco
más de consistencia que el que poseen las plantillas de amortiguación, y que
sea un poco más blando que el utilizado en las plantillas rígidas.
1. Mixtas
Material de
fabricación: Rígido y Blando
Función
Combinan la densidad rígida en el soporte con la blanda en la superficie de contacto con el pie. El material rígido inmoviliza las articulaciones dolorosas, buscando un efecto de contención sin corrección. Disminuir la movilidad, alivia el dolor. El material blando descarga las zonas de hiperpresión y evita la aparición de hiperqueratosis y úlceras.
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